David Galván cumbre, se lleva el esportón lleno en su debut como matador en La Isla

DE ARTE

Cuando dos artes se llaman entre sí, se dice que se para el tiempo, el tiempo, ese mismo que valgase la redundancia inspira a los creadores que ayudándose de las musas crean lo que llamamos arte. Arte efímero, plástico, real, incluso con un punto trágico, ese arte al alcance de muy pocos, ya sea proveniente de la guitarra de Camarón, o de la voz de Rancapino, que fusionándose con el toreo de David Galvan hicieron que se parara el tiempo en cada embestida de bureo.

 Como en su día ya dijo Bergamin, "El arte prodigioso de torear, también tiene su música (por dentro y por fuera) y es lo mejor que tiene". Y es ese arte el citado por el autor anteriormente mencionado del que tuvimos constancia en La Isla, en el quinto de la tarde se unió todo aquello, si lenta y cadenciosa fue la embestida del de Gavira, los muletazos de Galvan no se quedaron atrás, toreo de clase, gusto y estetica con la muleta siempre bien presentada a la cara del astado y ciñendose en cada pase, la plaza en pié. Dos y rabo. Antes en su primero quitó en chicuelinas, en cada pase de zocata clavo los pies al suelo y con cabeza y recursos construyó una notable faena. Destacó el par de banderillas de Daniel Duarte. Su segundo se lo brindo con arte a su mozo de espada, con chicuelinas al paso lo llevaría al caballo y con un pase cambiado por la espalda metió al publico en la faena, encajo los riñones y al son de la guitarra y la voz de Rancapino hubo destellos de mucha clase. Dos orejas. El que cerraba plaza fue el de menos clase de la corrida, lo recibiría con una larga cambiada y tras intentarlo por ambos pitones recibió la ovación de sus paisano 

Manuel Manzanares rejoneó al primero y cuarto de la tarde, puso ganas y empeño en hacer las cosas bien, parando a los toros y colocando las banderillas. En su primero se llevo una ovación saludando desde el tercio. En su segundo corto dos orejas, que le permitieron salir a hombros de la plaza de toros.

 En definitiva esto es lo que se busca, arte eterno, prodigioso, trágico, como ustedes lo quieran llamar, arte que te incita a disfrutar, arte poderoso, el arte del toreo, ese arte tan difícil de explicar a quien no lo entiende, pero ese único arte capaz de conmocionar a los mas inaccesibles corazones.

Manuel Lema

                                        Os dejo dando una vuelta por el Tendido

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