Magistral Clase Cultural en El Puerto

El toreo es cultura, y para impartir una magistral clase de tan dogmatica disciplina, se dieron cita en el coso portuense el catedrático en torería José Antonio Morante de la Puebla y el doctor en clase y estética torera José María Manzanares. A la clase asistió cerca de diez mil personas que llenaron hasta poner el Cartel de “No hay billetes” en taquilla.

No empezaría bien el coloquio, pues el profesor Morante se trastabillo con el primero de los temas a tocar, un negro listón de nombre Famoso y con 520 kilos marcados en los costillares, ante él, el de la puebla del rio abrevió matándolo de media algo desprendida ganándose la reprimenda de los asistentes, eso sí, tres verónicas y una media quedarán para el recuerdo.
El Sevillano le pasó la batuta de mando al Alicantino, el profesor Manzanares basó su explicación por el pitón derecho, donde llegó a alcanzar grandes cotas de interés por parte de los allí congregados, Arrojado que así se llamaba, quiso rajarse a las primeras de cambio, no dejándole Manzanares que poniéndole empeño y tesón lo metió en las telas componiendo una estética obra. Un soberano estoconazo atronó al morlaco siéndole concedida una oreja.
Tras el fallido intento en el primero, el profesor Morante se desquito en su segundo turno, de recibo por verónicas ya levantaría al respetable de sus asientos y con la zocata en la mano la faena llego a ser sumamente estética, lo que posibilitó que el profesor impartiera su dogma con total torería. Un Pinchazo emborronó el final de la faena, pero ni los alumnos ni la presidenta quisieron aguar la fiesta concediendo las dos orejas y para más inri la vuelta al ruedo al toro, un noble Cubillo que se desplazo pero al que nadie hubiera echado en falta la concedida vuelta.
El cuarto no era un tema cómodo de tocar, salió suelto desde los inicios, huidizo morlaco, al que Curro Javier le plantó dos pares de banderillas en todo lo alto. En la muleta se vio a un poderoso Manzanares, haciendo las cosas con parsimonia y temple, dejándole el engaño en la cara y sometiendo a un animal que buscaba constantemente la carencia. Lo mató de estocada al recibir, tardando el toro en caer, lo que convirtió el más que previsible doble trofeo en una oreja.
El quinto tema fue un recital de toreo añejo y de gusto del maestro Morante, que banderilleó con la ayuda de Manzanares, este con más intención que acierto y en el que se llevó un susto al hacerle hilo el toro en el tercer par, que se saldo aparentemente con un puntazo en el glúteo. Al comenzar la faena de muleta saco una silla y sonando el pasodoble “La Concha Flamenca” fué espoleado por el publicó llegando a componer una obra a base de ingenio y cultura torera. Dos orejas.
Para concluir la cátedra Manzanares se llevó el doble trofeo del sexto, aparente y con volumen en el que Manzanares realizo una estética explicación, puso todo de su parte matándolo de otro estoconazo lo que supuso el colofón a una tarde Cultural redonda.
Todos contentos en el Puerto, profesores a hombros, empresarios tapando agujeros de los vacios de los días anteriores y hasta quien les habla que tuvo que pasar por taquilla al serle negado el pase de prensa, tan contento se
Todos salimos dando muletazos por la calle en una clase cultural que tardaremos en olvidar.

FICHA

Plaza de toros del Puerto de Santa Maria. Lleno de no hay billetes.
Toros de Nuñez del Cuvillo, en líneas generales de buen juego. Nobles y manejables. Bien presentados. 1º descastado, 2º noble y bravo, 3º se le concedió la vuelta al ruedo al ser excelente por bravura y fijeza , 4º manso que embistió en la muleta con calidad, el 5º manejable y el 6º bravo y noble.
Morante de la Puebla, de grana y azabache; pitos, dos orejas y dos orejas.

Jose Maria Manzanares; de berenjena y oro; oreja, oreja y dos orejas.

Saludaron Curro Javier y Juan Jesús Trujillo en el 4º, ambos de la cuadrilla de Manzanares. En el sexto saludó la cuadrilla al completo.

Manuel Lema

Fotos Archivo :Julio J .Cordero