Ritmo, temple, progresión en la embestida, cadencia y bravura, mucha bravura son algunas de características que todo ganadero anhela por conseguir. Todas ellas y alguna más tuvo “Milhijos” toro de Victorino indultado este sábado en Sanlúcar por Pepe Moral.
Esa indiferencia por parte de sus hermanos, ese ostracismo a veces cruel le hicieron ser fuerte. Milhijos se hizo fuerte. Se hizo bravo. Aprendió a querer ser más que sus hemanos. Aprendió que a veces ser diferente es ser el mejor. Es dar un paso al lado y decir aquí estoy yo, quien quiera que me supere.
Tuvo un piton izquierdo rozando la excelencia, una primera tanda valió para ver que aquello cogeria tintes históricos. Tres tandas por el derecho precedieron al éxtasis. Por el izquierdo los muletazos de Moral fueron sublimes, bien el torero de Sevilla que supo darle lo que pedía. Nunca se canso de embestir el desterrado.
Al final paso lo que tenia que pasar y el indulto que fue pedido por el publico de forma clamorosa fue concedido por el presidente.
El resto de la corrida no fue fácil, complicado el lote de Octavio Chacón, que se vio con mucho oficio y solvencia.
Emilio de Justo lidio con el peor lote, aun así se le vio por encima de sus dos oponentes. Mucho saber estar del cacereño que gano siempre la pelea.
Al final todos a hombros. Y Milhijos el desterrado de vuelta al campo.
Manuel Lema el que antes hacia crónicas .
© Julio J. Cordero Muñoz Fotógrafo
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