Fran Gómez, silenciado en un festejo en el
que la ganadería de Manuel Caro Andrade tomó antigüedad
Toros de la ganadería de Manuel Caro Andrade con un encierro difícil y
exigente, manso en general, que puso a prueba a los novilleros.
Juan Viriato destacó por su firmeza. Con oficio y capacidad consiguió dominar las embestidas de los dos utreros de su lote. Saludó al arrastre del quinto y fue volteado duramente por el segundo al entrar a matar.
José Antonio Carreiro dejando tarjeta de torero de gusto y clase. Lució
mientras pudo con el tercero, que lo cogió sin consecuencias al entrar a matar,
y apenas tuvo opciones con el peligroso sexto.
Fran Gómez no terminó de acoplarse con el primero y se quitó de encima con
dignidad al muy difícil cuarto, el más duro de la corrida.
Madrid
17 de agosto. Novillada con picadores
Fran Gómez,
silencio en su lote;
Juan Viriato,
silencio tras aviso y saludos con división de opiniones tras aviso;
José Antonio Carreiro, silencio tras aviso y saludos.
Entrada:
Un cuarto. Juan Gil saludó tras picar al cuarto.
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