Con los amigos
Jiménez Fortes
Fortes poco pudo hacer con
un manso primero, toro que nunca descolgó y al que le faltó fuelle para
completar el recorrido, quedándose corto y punteando el engaño. Hubo quietud y
aplomo en su quehacer, La pena
fue que cuando estaba ya todo escrito fue cogido en su turno de quites al
sexto, una grave cornada inoportuna y que nadie esperaba.
David Galván
Galván prologó faena
doblándose con torería por abajo; disposición para buscar agua en un pozo
vacío. Se atascó al final con los aceros y escuchó tres avisos. Y cuando
parecía que iba a abundar la consternación de Galván por dejarse un toro vivo
en Madrid, dado que en su segundo turno el animal fue claudicante en los
primeros tercios, sin embargo, logró afianzar al astado, remontando con
muletazos que tuvieron aroma y calidad. Fue faena de tesón, de fe en sí mismo,
hasta el punto de remontar lo que parecía ya perdido
López Simón
A sus manos fue a parar el
mejor lote de la tarde: un sobrero de La Ventana del Puerto con clase y
repetición y un sexto toro también con notables posibilidades. Se pidió la
oreja, pero al final dio sólo la vuelta al anillo. La faena al sexto tuvo mayor
consistencia, garbo y torería. Faena de altura de López Simón, que toreó
francamente bien con muletazos de mucho gusto . Todo
conjuntado y compactado, con ritmo y a más. Aquí si puso a todos de acuerdo
López Simón, que perdió a última hora el triunfo por culpa de la espada.
Javier López (Efe) / Madrid
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