David Galván
dejó escapar el triunfo por culpa de los aceros. A su primero le cortó una
oreja, un toro rajado y manso pero encastado. Muy entregado el isleño, que tuvo
que aguantar las constantes miradas del animal. Le faltaba otra oreja para
certificar el triunfo. Y lo tenia en su mano, tras una faena donde volvió a
exponer ante otro toro con varias teclas que tocar. Pero quizás por pasarlo de
faena, lo pinchó.
Javier Castaño también falló con los aceros. A su primero, un toro extraordinario que
embistió con clase y temple, lo pinchó. Con su otro toro no terminó de
enternderse y la faena nunca cogió vuelo.
Salvador Vega estuvo bien con su primer enemigo, pero no conectó con el tendido. El toro
peco de sosería y el malagueño, sin salirse de su concepto, no pudo poner lo
que el toro no tenía. Con el quinto abrevió. Toro muy serio, grande y alto. No
descolgó y se dobló con el toro en el inicio de faena. Se fue por la espada sin
darse coba y el público lo agradeció.
Plaza de Toros de Marbella. Un cuarto
de plaza. Toros de Las Monjas muy bien presentados para
Javier Castaño: ovación y silencio
Salvador Vega: palmas y silencio
David Galván: oreja tras dos avisos y
ovación tras dos avisos
Paco
Gallardo
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