RUIZ MIGUEL: “NO ESTOY LOCO, REAPARECERÉ PORQUE NO
ENTIENDO LA VIDA DE OTRA
MANERA”
El diestro Francisco Ruiz Miguel (San
Fernando, Cádiz, 1949) tendrá que permanecer un mes en el Hospital Punta de
Europa de Algeciras para recuperarse de las graves lesiones sufridas a causa de
un percance en la corrida nocturna celebrada el pasado día 11 en Tarifa.
Convalecerá bajo vigilancia médica por fracturas de cuatro costillas, una de
las cuales afectó al hemotórax y a la pleura del pulmón derecho, y de otras
lesiones graves, como una fractura de la escápula derecha y apófisis de las
cuatro primeras vértebras lumbares.-La paliza que le propinó el toro fue
tremenda, perdió la consciencia, ¿qué recuerda de la cogida?
-Le di al toro dos derechazos. Embistió a
regañadientes. Cuando me fui a cruzar otra vez se tiró al pecho como un tigre.
Y con esa imagen me quedé. Perdí el conocimiento. En la enfermería, cuando me
recuperé, comencé a mover bien los pies y el brazo izquierdo, pero el derecho
lo tenía muerto. Luego, en el hospital, quirófano, la UCI y eso que yo llamo el
túnel del tiempo, los TAC, que no termina uno nunca con eso, para ver cómo
estoy.
-¿Y cómo se encuentra?
-Me han llevado otra vez al túnel
del tiempo. Todo irá muy despacio. Pero de ánimo me encuentro muy bien, aunque
ayer pasé un día regular.
-¿Cuáles son las previsiones
médicas?
-Tengo para un mes en el hospital.
-Con su carácter será difícil que
aguante tanto tiempo…
-Si fuera una cornada, me iba. Pero
lo del pulmón no me deja. Tengo que tener el drenaje, como mínimo, dos semanas.
Ahora ya sale casi todo limpio, sin sangre. Es como agua sucia.
-¿Y las costillas?
-He estornudado dos o tres veces y
me he acordado del último victorino que maté. En mi vida he tenido un hueso
roto.
-Parece mentira, con las volteretas
que le han propinado toros de ganaderías duras.
-Así es. El otro día, en la finca,
viene un amigo y me dice: “Maestro, ¿a usted no le ha roto nunca un toro un
hueso?”. Y le contesté: “Pues no, hijo, no. Y toco madera”. Y lo que son las
cosas, el toro de Tarifa me ha roto muchísimos huesos.
-¿Continuará su aventura?
-No estoy loco. Reapareceré porque
no entiendo la vida de otra manera. Me quedaban tres corridas de toros y un
festival. He perdido una corrida. Es posible que tarde mucho en recuperarme. Pero
le aseguro que antes de que termine el año toreo en una corrida de toros, en un
festival o un novillo en mi finca. Esto es cuestión de raza.
-¿Qué le dice la familia?
-Que estoy loco. Mi apoderado, Pepe
Luis Segura, me llamó llorando. Pero no les voy a hacer caso. Lola -su esposa-
sabe que es mi vida. Yo me siento con mucha ilusión. El destino es el destino.
Me podía haber pasado cualquier cosa parecida en mi casa. Estaba escrito.
-Segura se había negado a hacerle
contratos y lo representan Caba y Carmelo ¿Cómo han vivido ellos éste percance?
-Se asustaron mucho. Caba, que es el
que más cerca ha estado, no se separó desde que me cogió el toro. Tampoco en la
UCI. Ha llorado lo suyo.
-Con 63 años, ¿cómo se había
desarrollado su especial temporada?
-Estoy muy preparado. Entreno a los
chavales de la Escuela y estoy muy fuerte. Por eso no acusé nada. Desde que
volví al cumplir los 40 años de alternativa había salido en todas las plazas
por la Puerta Grande. El Día de Andalucía, en Sanlúcar, salí a hombros. En Arles,
plaza de primera, en una corrida muy seria, salió todo bien y en Beaucaire tuve
un mal lote.
-¿Y a partir de ahora?
-Estoy rabiando por torear. El día
que dé un par de muletazos estaré más tranquilo.
-¿Y no le atrae más algo menos duro,
como dedicarse a la ganadería?
-No puedo. No puedo. Si estoy en el
campo estoy pensando en el toreo. Cuando uno ha nacido para algo es muy difícil
que se lo quite de la cabeza. Ni la ganadería, ni los negocios, ni nada. Yo he
nacido para torear.
LUIS NIETO (DIARIO DE SEVILLA.COM)
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